top of page

Cartas a Dayuma


Venía trabajando desde la selva, desesperado por abrazar al amor de mi vida. Las noches se hacían eternas pensando en ella. Yo trabajaba como guía de turismo, yo organizaba viajes a la selva de Pastaza, llevaba a turistas extranjeros a recorrer la provincia y los viajes duraban casi toda la semana, ese trabajo hacía que me ausentará siempre de casa, mi pequeña Dayuma tenía 4 años de edad. En el año 2006, Puyo no tenía tanta gente como ahora. El Barrio 12 de Mayo, donde tuve mi agencia de viajes por casi diez años, se parecía más a una gran familia. Todos se conocían, había paz en nuestros corazones. Los niños estaban seguros y jugaban felices en la acera de la Ceslao Marín, en la Plaza Roja y en el Parque 12 de Mayo.


Los niños correteaban por el centro, igual que yo lo hice en los años ochenta. Así era como quería que creciera mi hija, en ese mismo barrio donde viví los días más felices de mi infancia, junto a muchas familias trabajadoras y solidarias, como la familia Espín y otras.


Lo soñé así. Siempre quise que mi hija creciera rodeada de un ambiente seguro, familiar y en medio de una ciudad injertada en un inmenso jardín exótico tropical.


Hoy extraño esa ciudad donde crecí y donde creció mi hija. A veces, la nostalgia y la impotencia me invaden, pero entiendo que así es la vida; todo cambia en un abrir y cerrar de ojos, menos el cariño por los vecinos de toda la vida. Eso nunca cambia.


En esa calle, bautizada como "El corazón de Puyo", están guardados los más hermosos recuerdos de muchos de nosotros. Existen fotogramas en mi mente de aquellos días en que corríamos, reíamos y llorábamos sin parar. En días soleados, con nuestra boya, bajábamos cual capitanes de barco pirata por el río Puyo. Los niños jugaban seguros hasta la medianoche, en medio de un concierto estruendoso de insectos, ranas y pájaros. Ese concierto ya terminó; se ha ido para siempre, como se han ido aquellos hermosos días de la infancia.



31 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Commentaires


bottom of page