En el corazón del Barrio Obrero, en la ciudad de Puyo, un hombre sigue siendo el alma de la comunidad. Don Luis Zúñiga, con 70 años de vida y 40 de ellos dedicados al arte de la peluquería, es una figura entrañable para todos los que lo conocen. Su historia es un testimonio de trabajo, dedicación y amor por su oficio.
Nacido en Huambaló, cantón Pelileo, Don Luis Zúñiga encontró su vocación como barbero desde muy joven. Sus primeros pasos en el mundo de la peluquería los dio en Baños de Agua Santa, donde su talento y pasión por el oficio lo llevaron a conocer al famoso "Gato Rodríguez". Fue Rodríguez quien lo invitó a trabajar en su peluquería en Puyo, y desde ese momento, Don Luis quedó profundamente enamorado de esta tierra.
Su carrera despegó cuando fue nombrado peluquero oficial de la Brigada de Selva Pastaza en Shell, trabajando para las Fuerzas Armadas. Durante años, Don Luis fue el encargado de mantener el corte de cabello impecable de los soldados, ganándose el respeto y la admiración de todos a su alrededor.
Tras su jubilación, lejos de retirarse completamente, decidió instalar su propia barbería en su hogar, ubicado en la calle Loja del Barrio Obrero. Día tras día, Don Luis abre las puertas de su modesto establecimiento, ofreciendo no solo cortes de cabello, sino también una cálida sonrisa y una conversación amena. Su amabilidad y destreza con las tijeras lo han convertido en una leyenda local, un hombre al que todos en Puyo conocen y aprecian.
Padre de tres hijos, Don Luis ha sabido combinar su vida familiar con su pasión por la peluquería. Su barbería es más que un lugar de trabajo; es un punto de encuentro donde se tejen historias y se fortalecen lazos comunitarios. A través de las décadas, ha visto crecer a generaciones de clientes, quienes ahora llevan a sus propios hijos a experimentar la maestría de Don Luis.
Con cada corte de cabello, Don Luis Zúñiga sigue contribuyendo al tejido social de Puyo, mostrando que el trabajo realizado con amor y dedicación nunca envejece. Su vida es un ejemplo de cómo la constancia y el cariño por lo que se hace pueden dejar una huella imborrable en la comunidad.
En el Barrio Obrero, la barbería de Don Luis no es solo un negocio; es un legado de vida y un símbolo de la auténtica conexión entre un hombre y su ciudad.
Comments